En estas primeras décadas del siglo XXI, la disponibilidad y sostenibilidad de los recursos hídricos como los embalses se enfrentan a grandes amenazas. Así, en muchas áreas, los recursos están siendo afectados negativamente por la evolución climática del planeta, caracterizada por alteraciones importantes en la distribución, duración e intensidad de las precipitaciones, y un ascenso generalizado de la temperatura. (Fuente: Ambientum)