El desarrollo de la minería antigua pudo causar la transformación del paisaje, de los usos del suelo y de la vegetación. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que estudia el impacto de la minería del oro en la Hispania romana en el marco del proyecto Avraria. Los científicos han analizado los depósitos de agua empleados en las explotaciones mineras romanas de O Courel (Lugo) y el proyecto prevé extender el trabajo de campo a otras zonas de Galicia, Asturias, León y Portugal. (Fuente: DICYT)