Esta ambición es tanto para la propia actividad del grupo, neutro en carbono desde 2020, como para todas las emisiones de sus clientes derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrece la entidad. Los objetivos concretos de Santander pasan por dejar de dar servicios financieros a clientes de generación de energía eléctrica cuyos ingresos dependan en más de un 10% del carbón térmico en 2030. (Fuente: Ecoticias)