En marzo de 2020 un grupo de personas de seis países y diez ONG ambientalistas pusieron una demanda ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea para que se excluyera a la biomasa forestal de la directiva de energías renovables, al considerar que no reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. A principios de este mes, el tribunal dictó la inadmisibilidad de esta demanda, principalmente por defecto de forma, pero también haciendo valer los criterios de sostenibilidad que por primera vez tendrá la biomasa sólida. La reciente estrategia de biodiversidad presentada por la Comisión Europea pide ahondar en esa sostenibilidad. (Fuente: Energías renovables)