Los países europeos están adoptando medidas drásticas para limitar los efectos del Covid-19 en la economía y en la salud de la ciudadanía europea. Crisis como ésta tienden a tener consecuencias inmediatas y graves en poblaciones enteras y en la economía. Dada su capacidad para afectar a sectores económicos clave, se espera que la crisis del coronavirus minimice parte del impacto que las actividades económicas producen en el medio ambiente y el clima. Sin embargo, perturbaciones graves y abruptas con costes elevadísimos para la sociedad no entran, ni muchísimo menos, dentro del compromiso de la Unión Europea de transformar su economía y lograr la neutralidad climática en 2050. Al contrario, el Pacto Verde Europeo y la Ley Europea del Clima propuesta recientemente exigen una reducción gradual e irreversible de las emisiones, garantizando asimismo una transición justa que apoye a todas las partes afectadas. (Fuente: AEMA