Muchas investigaciones previas sobre cómo la deforestación repercute en la dinámica del agua han demostrado que el desmonte de los bosques provoca el escurrimiento del agua, lo que aumenta el rendimiento hídrico. Lo que se desprende de estas investigaciones suele ser que “la deforestación no tendrá un efecto negativo sobre el acceso que las personas tienen al agua”, escribió en un correo electrónico Hisahiro Naito, economista y profesor adjunto de la Universidad de Tsukuba, Japón. “Hemos cuestionado esta idea”. (Fuente: ONU)