En el verano de 2013 acaeció en la atmósfera de Castilla y León un evento “extraordinario”. Entonces, se dispersaron en los cielos de la meseta Norte emisiones de partículas de la industria europea y otras procedentes de un incendio forestal en Arribes del Duero y de otros grandes fuegos, pero de bosques muy lejanos en Canadá. (Fuente: Dicyt)