Se estima que el cambio climático afectará a la disponibilidad del agua en Europa, ejerciendo una presión sobre las regiones urbanas, que de por sí ya sufren estrés hídrico. Se espera que otras parte de Europa se enfrenten a inundaciones más frecuentes, mientras que las zonas bajas corren riesgo de marejadas ciclónicas y aumento del nivel del mar. (Fuente: AEMA)