Veinte años después del catastrófico vertido de la mina de Aznalcollar que casi acaba con el parque de Doñana, no se disipan las dudas sobre el yacimiento sevillano y sobre su potencial riesgo contaminante. De hecho, hay indicios de que desde las balsas donde se guardaron los lodos y aguas ácidas se producen filtraciones tóxicas que podrían estar contaminando los cauces públicos, en concreto el río Agrio, afluente del Guadiamar. (Fuente. El Mundo. Abril)Información adicionalEcologistas rechazan reapertura mina en Aznalcollar. (Fuente: ABC. Abril)