El Ejecutivo comunitario propone una regulación que fije unos requisitos mínimos para la reutilización de las aguas residuales tratadas procedentes de instalaciones de tratamiento urbanas. Estos cubren, por ejemplo, los niveles de microbios en el agua, como la bacteria E.coli responsable frecuente de problemas intestinales, o la frecuencia y características de los controles de calidad del agua. (Fuente: Ambientum)