La crecida del Ebro ha anegado ya en estos momentos miles de hectáreas en Aragón, después de hacerlo en Navarra, pero el trabajo de los vecinos y de los cuerpos de seguridad para reforzar motas (diques) y defensas ha evitado, por el momento, daños en los cascos urbanos y, por tanto, se descarta que se puedan producir desalojos. (Fuente: Agroinformación)