2017 ha sido uno de los años más secos de las últimas décadas. Un factor que ha empeorado todavía más la salud de los humedales españoles, ecosistemas fundamentales para la conservación de las poblaciones de aves acuáticas más importantes a nivel europeo y de los que dependen actividades como la pesca, la agricultura, el suministro de agua o el turismo. (Fuente: Ambientum)