La caída de más del 50% en la producción hidroeléctrica en los primeros ocho meses de 2017 en España respecto al mismo periodo de 2016 debido a la sequía, se ha visto compensada por la producción de energía a partir de combustibles fósiles, lo que ha disparado las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 36,4% en lo que va de año respecto al mismo periodo de 2016. (Fuente: Ambientum)