En 2030, la mitad de los 146 GW de energía eólica instalada en Europa tendrán más de veinte años. El hecho de que, en muchos casos, los activos estén en buenas condiciones de operación, junto con la falta de una regulación clara y homogénea sobre la repotenciación en el continente, está derivando el sector hacia una tendencia natural: la extensión de la vida de los parques eólicos. España es, junto Dinamarca y Alemania, pionera en energía eólica, por lo que es uno de los primeros países en abordar este proceso. (Fuente: Ecoticias)