Los informes revelan que los entornos contaminados causan la muerte de 1,7 millones de niños cada año y que muchos de esos decesos podrían evitarse adoptando simples medidas como proporcionar combustibles de cocina más limpios, para prevenir la contaminación del aire en interiores o hacer un correcto reciclaje de los residuos. (Fuente: Ecoticias)