El nuevo estudio, dirigido por expertos del Instituto de Química Orgánica General (IQOG-CSIC), analiza el impacto de los contaminantes orgánicos persistentes -COP, compuestos tóxicos y de alta permanencia en el medio ambiente que se bioacumulan en los organismos- en las aves oceánicas presentes en un gradiente de áreas de diferente latitud en el océano Sur. (Fuente: Ambientum)