Convertir un autobús diésel convencional a híbrido puede ahorrar al año alrededor de un 22% en gasto de combustible, mientras que la reconversión a híbrido de uno de gas natural comprimido (GNC) permite ahorrar hasta un 30%, según la Asociación de Empresas Gestoras de Transportes Colectivos Urbanos (ATUC). (Fuente: Energías renovables)