Los bosques ayudan a eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera almacenándolo en los árboles, pero una cantidad considerable de gases de efecto invernadero en realidad escapa a través del suelo y en los ríos y arroyos, según concluye un documento que publicado este lunes en ´Proceedings of the National Academy of Sciences´. (Fuente: Ecoticias)