Están profundamente intervenidas ("humanizadas") por el hombre; albergan extensas siembras de trigo, de cebada o de avena; sirven de pasto para el ganado porcino, ovino, bovino y caprino; la madera de sus árboles, sobre todo la de las encinas, se utiliza para leña; y del corcho de sus alcornocales salen casi todos los tapones. Son las dehesas extremeñas.