La confirmación por parte de la Comisión Económica, hecha pública por diferentes medios, de que la nueva PAC no va a entrar en vigor hasta 2015, y por tanto que se prorroga un año el actual sistema de ayudas, “no es un problema respecto a los pagos directos que perciben los agricultores y ganaderos, pero sí lo es para las medidas de desarrollo rural”, opina Asaja de Castilla y León.