La portavoz del PP en el Parlament, Mabel Cabrer, ha defendido que la importación de residuos sólidos de otros países europeos a la planta de Son Reus de Mallorca generará unos ingresos de 14 millones de euros y 350 puestos de trabajo, al tiempo que "permitirá la reducción de la tasa de incineración" y posibilitará una actividad económica que "revertirá en las empresas mallorquinas".