El agua subterránea por su naturaleza aparece dispersa por grandes áreas geográficas, es de fácil acceso y por lo general de buena calidad y su aprovechamiento no requiere grandes inversiones económicas. Estas características han sido la causa de que su explotación se haya realizado de forma individual principalmente por la iniciativa privada, pero sumando en conjunto un gran volumen de recurso de agua, que hoy día casi satisface el treinta por ciento de las demandas de nuestro país.