Bélgica ha dado un paso histórico al iniciar la construcción de su primer cementerio permanente para residuos nucleares, una infraestructura que busca dar solución definitiva a un problema pendiente desde hace décadas. Hasta ahora, los desechos radiactivos de baja y media intensidad se almacenaban de manera temporal en instalaciones vigiladas. Sin embargo, la acumulación de este material hacía imprescindible un plan a largo plazo. (Fuente: Energías Renovables)