El nexo causal entre el cambio climático y la creciente virulencia de las sequías a nivel global se ha consolidado como un foco primordial en la investigación científica contemporánea. Esta intrincada relación encuentra su fundamento en la alteración de los patrones climáticos planetarios, una consecuencia directa del calentamiento atmosférico, cuyo principal motor reside en la acumulación progresiva de gases de efecto invernadero. (Fuente: Ambientum)