El planeta Tierra se enfrenta a un desafío sin precedentes: el impacto creciente y acelerado del cambio climático. Evidencias científicas irrefutables señalan un aumento constante de las temperaturas globales, desencadenando fenómenos meteorológicos extremos con mayor frecuencia e intensidad. Sequías prolongadas, inundaciones devastadoras y tormentas virulentas se han convertido en la nueva normalidad en diversas regiones, afectando la vida de millones de personas y la estabilidad de los ecosistemas, lo que afecta la capacidad del planeta. (Fuente: Ambientum)