La minería ilegal de oro reduce hasta un 50 % las existencias de carbono de las áreas en donde se la lleva a cabo, especialmente durante las estaciones secas. Como consecuencia de estas emisiones, se registra un aumento de hasta el 70 % de la disponibilidad de mercurio (Hg) en el suelo, lo que reviste riesgos ambientales y para la salud pública, especialmente entre las comunidades que viven cerca de esos sitios. (Fuente: DICYT)