La preocupación por la contaminación por PFAS ha aumentado en muchos países europeos, pero los datos de control exhaustivos son a menudo limitados. La evaluación de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) publicada hoy muestra que la mayoría de los ríos, las aguas de transición y aguas costeras y una gran parte de los lagos controlados en Europa están contaminados con al menos uno de los numerosos productos químicos extremadamente persistentes que se consideran nocivos para las personas y la naturaleza. (Fuente: EEA)