El uso de biocombustibles en el transporte en Brasil y en otros diez países emergentes –incluidos China, la India y Sudáfrica– puede evitar la emisión de entre 300 y 400 millones de toneladas de CO2 hasta el año 2030. De esta forma, ese bloque de países lograría aportar casi la mitad de la meta estipulada por la Agencia Internacional de Energía (AIE, o IEA, por sus siglas en inglés) de disminuir la emisión de 800 millones de toneladas de este gas de efecto invernadero en el sector del transporte globalmente durante los próximos seis años. (Fuente: DICYT)