A tan pocas horas de una catástrofe de tal dimensión resulta complicado tener la lucidez necesaria para extraer conclusiones. Pero precisamente su gravedad nos reclama, junto a toda ayuda que podamos ofrecer a los daminificados, pensar en el día después para que cuando se repitan circunstancias similares consustanciales con nuestro territorio estemos mucho mejor preparados. (Fuente: Levante EMV)