¿Pueden ser unas fresas o un puñado de arándanos ilegales? Ellos no, pero sí el agua de esos cultivos industriales de los que se alimentan. Frutos vendidos impunemente, que compramos y comemos pensando que proceden de esas muchas explotaciones legales que sí que existen, pero que en realidad proceden del robo del acuífero de Doñana, un espacio natural valiosísimo formado tras millones de años y que un puñado de listillos sin escrúpulos están destruyendo a mayor gloria de sus pelotazos económicos. (Fuente: 20 minutos) Información adicional Julio. El riego ilegal de frutos rojos en Doñana empieza a reducirse por efecto de las inspecciones y las renuncias "voluntarias". (Fuente: El Mundo) Enero. El programa Life 4Doñana logra reducir un 15,8% el uso de agua en frutos rojos con un sistema de riego a demanda. (Fuente: Agroinformación)