Hace 5,5 millones de años, el mar Mediterráneo se separó del océano Atlántico como consecuencia de movimientos tectónicos. Este fenómeno dio lugar a una gran acumulación de sal bajo el mar Mediterráneo que transformó radicalmente su biodiversidad. Ahora, un equipo internacional liderado por Konstantina Agiadi, de la Universidad de Viena, y en el que participa personal investigador de Geociencias Barcelona (GEO3BCN) y el Instituto de Ciencias del Mar (ICM), ambos del CSIC, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU), cuantifica por primera vez cómo la salinización del Mediterráneo afectó a la biota marina. (Fuente: DICYT)