El mar, con su inmensidad y su fuerza, ha cautivado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Más allá de ser un escenario para el ocio y la recreación, el agua de mar esconde propiedades curativas que han sido aprovechadas por diversas civilizaciones a lo largo de la historia. Hoy en día, la ciencia avala lo que la sabiduría popular ha intuido siempre: el agua salada es un verdadero tesoro para nuestra salud. (Fuente: Ambientum)