Tras una amputación o una lesión nerviosa severa, los pacientes pierden en mayor o menor grado la capacidad para mover y sentir la extremidad afectada, lo que limita su autonomía en las tareas del día a día. Actualmente, la única estrategia que permite recuperar la función consiste en las neuroprótesis, electrodos capaces de estimular los nervios para inducir sensaciones concretas y de registrar señales motoras que, una vez descodificadas, pueden ser enviadas a una prótesis biónica. (Fuente: DICYT)