La Cuenca del Ebro enfrentó el pasado año una de las peores sequías de su historia, lo que obligó a la Confederación Hidrográfica (CHE) a implementar diversas medidas que se han demostrado eficaces para paliar sus efectos, mejorar la gestión del recurso hídrico y adaptarse para fenómenos similares en el futuro, según el Informe de la Sequía 2023. (Fuente: Agroinformación)