La Casa Blanca dice que las medidas son necesarias porque China está inundando los mercados globales con exportaciones artificialmente baratas. Por lo tanto, multiplica por cuatro los aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China, que pasan del 25% al 100%, y respalda la imposición de estas trabas comerciales a las placas fotovoltaicas (del 25% al 50%), la industria de los semiconductores y las grúas portuarias a fin de "proteger a los estadounidenses de las prácticas comerciales desleales de China". (Fuente: Energías Renovables)