El regadío supone un motor de desarrollo por la producción de alimentos y la creación de riqueza que supone. En términos generales, una hectárea de regadío produce seis veces más que una hectárea de secano (con un 22% de las tierras de cultivo en España, unos 3,77 millones de hectáreas de regadío, se obtiene más del 64% de la Producción Final Agraria nacional). La renta para el agricultor, también en términos generales, es aproximadamente cuatro veces superior a la de la agricultura en secano. (Agroinformación).