Motivadas por el potencial de ganancias, la preocupación por el cambio climático o alguna combinación de las dos, estas empresas y organizaciones vinculan los créditos generados por proyectos, como los que encajan en el programa de conservación forestal conocido como REDD+, con compradores, a menudo empresas e individuos del norte global que buscan compensar sus impactos climáticos. (Fuente: Mongabay)