Almería y Málaga son las dos provincias de Andalucía que sufren mayor estrés hídrico y también las que cuentan actualmente con la práctica totalidad de plantas desaladoras en una comunidad que, ante la sequía, busca alternativas de abastecimiento de agua tanto para uso doméstico como agrícola e industrial apostando por la desalación de agua. (Fuente: Agroinformación)