Diversas investigaciones han demostrado que los bosques tropicales juegan un papel importante en la regulación del clima local, regional y global a través de su impacto en los ciclos de energía, agua y carbono. La presencia o ausencia de lluvias, por ejemplo, depende de la situación en que se encuentren los bosques tropicales, pues de su evapotranspiración —el agua que ellos “transpiran”— contribuye hasta con el 41 % de la precipitación media en la Amazonía y hasta con el 50 % en el Congo. Así que al aumentar la deforestación, disminuyen las lluvias. (Fuente: Mongabay)