La estación barcelonesa l’Eixample habría sido la única en todo el Estado español que incumplió el año pasado este límite legal, alcanzando una concentración de 42 microgramos por metro cúbico (µg/m³), cuando la máxima permitida está establecida en 40 µg/m³ desde el año 2010. Barcelona acumula así más de una década de incumplimiento normativo. (Fuente: Ecoticias)