Las lagunas de Doñana dependen de las aguas subterráneas, son puntos de descarga del acuífero y se inundan según las variaciones que sufre la capa freática a lo largo del año. Cuando las lluvias recargan el acuífero, el nivel del agua se eleva y aflora en superficie formando las lagunas, mientras que en verano la capa freática está más profunda y las lagunas se secan. (Fuente: Ambientum)