Aunque el agua desalada procedente de las plantas desalinizadoras que salpican la costa española supone un alivio para la escasez hídrica de algunas regiones, sus elevados costes de operación y sus impactos sobre el medio marino hacen que su uso sea menos sostenible que el ahorro de agua y la concienciación sobre su uso, según los expertos consultados por Efeagro. (Fuente: Agroinformación)