El Gobierno anunció en diciembre de 2020 la creación de un Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, fondo que debían financiar, entre otras, las empresas del sector gasista. Con los recursos de ese Fondo debían sufragarse las ayudas a las energías renovables. La idea era (es) que los que contaminan (el gas es un elemento fósil cuya combustión produce emisiones de CO2, ergo cambio climático) paguen a los que ayudan a luchar contra el cambio climático (las energías renovables). Pues bien, la asociación española del gas, Sedigas, considera que ese Fondo perjudica la competitividad de la industria española (el 60% del gas consumido en España lo quema la industria) y solicita al Gobierno "medidas y un marco regulatorio" que eviten el "riesgo de deslocalización" de los consumidores industriales. (Fuente: Energías Renovables)