Bosques de corcho: La piel de la dehesa

El horizonte tiznado de verde hasta donde abarca la vista se prepara para desvestirse. Artesanos de un oficio ancestral quitarán la piel al bosque. Lo que en otros árboles no supera el milímetro en los alcornoques puede alcanzar los 25 centímetros: la corteza, que se saca y se transforma mudando el nombre por corcho.

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