Los japoneses informaron que el iodo radioactivo aumentó 210 bequelios por Kg. Las cantidades consideradas seguras por la comunidad internacional son 300 Bq para adultos y 100 Bq para niños. Tokio recomienda que los niños no beban agua del grifo y que tampoco se utilce para mezclar con la leche. En Tokio se multiplican por nueve los límites recomendados.